El viento suavemente entra por la ventana y el calor aun no tiene ganas de irse del lugar. Trato de proponer panoramas inmediatos para el verano, pero entre las ideas del trabajo, la preocupación constante por terceros y el autoexilio me cuesta organizar el mapa. La playa, el río y la piscina no son un elemento de interés a ésta altura. Aprovecho las propuestas artísticas del mes y sin embargo se ve limitada por que resulta que la valorización del teatro y la música es menos masiva de lo que pienso. Es en estos días donde me gustaría poner un cartel fuera de mi puerta que diga: busco compañero de aventuras atemporales, requisitos: que no sea fome, que no hable mucho y que porsupuesto comente los espectáculos una vez concluídos. Ay caramba!,para ser franca me pregunto si ese deseo de "veranear" es real o una presión social y es que, dormir, ver películas, comer ensaladas y frutas es algo que realmente disfruto!..Siendo franca el verano en si mismo no es una estación que me motive del todo,con mil respetos verano, pero 33 grados promedio es algo que día a día me lleva a añorar del literario otoño...
One thing at time
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