Estoy totalmente convencida que los talentos o No talentos son algo que se lleva en el ADN.
Siempre he tenido la sensación que Dios se sacudió las manos y apareció mi familia. Sin animo de ofender los designios celestiales, siempre me ha costado conectar el abánico de personalidades que se insertan en los "RUBILAR ROA". Una madre en eterna crisis que espera que todos sean felices más un padre disperso que lucha por sus ideales y el cruce genético que desembocó en una hermana de treinta y pocos que al umbral de la psiquiatría adulta como especialidad escogida para el ejercicio de la medicina utiliza el ibuprofeno como fármaco fetiche y apenas sabe mi segundo nombre. Una hermana de veinti y "tantos" muy segura de sus inseguridades y más conciente de las necesidades de los otros que de las propias. Un hermano con asperger que conoce el Frías Valenzuela de memoria y que aun así es víctima del famoso "tienes una mancha ahí". Transversal a eso tenemos el déficit atencional. Una comida en casa puede significar fácilmente 10 temas a medio conversar, 13 preguntas a medio responder y 3 platos a medio comer. La mayor trabaja con locos, la que sigue con delincuentes y el menor quiere ordenar los libros de la biblioteca nacional y yo, es sólo cuestión de leer este blog... Un día maravilloso para mi mamá sería sola en casa, un día maravilloso para papá sería solo en las calles de Santiago, un día maravilloso para katty sería sola leyendo, un día maravilloso para mary sería sola duermiendo, un día maravilloso para enry sería so lo caminando y un día maravilloso para mi sería sola viajando. Los últimos integrantes a la familia incluyen: un cuñado que camina con 30 libros a cuestas, no se inmuta con un anciano a medio morir, pero llora con una obra de teatro y dos sobrinas que a los 4 y 5 años parecen conocer la vida mucho mejor que nosotros.
Comienzo a descubrir un patron que se relaciona con integrar a la solitaria vida por naturaleza las comidas familiares, el contacto permanente, la aceptación, el impulso a defendernos frente a otros, y el reirnos de nosotros mismos...
Pues, me tocó ser parte de esta extravagante familia, ni tan común, ni tan corriente.
Siempre he tenido la sensación que Dios se sacudió las manos y apareció mi familia. Sin animo de ofender los designios celestiales, siempre me ha costado conectar el abánico de personalidades que se insertan en los "RUBILAR ROA". Una madre en eterna crisis que espera que todos sean felices más un padre disperso que lucha por sus ideales y el cruce genético que desembocó en una hermana de treinta y pocos que al umbral de la psiquiatría adulta como especialidad escogida para el ejercicio de la medicina utiliza el ibuprofeno como fármaco fetiche y apenas sabe mi segundo nombre. Una hermana de veinti y "tantos" muy segura de sus inseguridades y más conciente de las necesidades de los otros que de las propias. Un hermano con asperger que conoce el Frías Valenzuela de memoria y que aun así es víctima del famoso "tienes una mancha ahí". Transversal a eso tenemos el déficit atencional. Una comida en casa puede significar fácilmente 10 temas a medio conversar, 13 preguntas a medio responder y 3 platos a medio comer. La mayor trabaja con locos, la que sigue con delincuentes y el menor quiere ordenar los libros de la biblioteca nacional y yo, es sólo cuestión de leer este blog... Un día maravilloso para mi mamá sería sola en casa, un día maravilloso para papá sería solo en las calles de Santiago, un día maravilloso para katty sería sola leyendo, un día maravilloso para mary sería sola duermiendo, un día maravilloso para enry sería so lo caminando y un día maravilloso para mi sería sola viajando. Los últimos integrantes a la familia incluyen: un cuñado que camina con 30 libros a cuestas, no se inmuta con un anciano a medio morir, pero llora con una obra de teatro y dos sobrinas que a los 4 y 5 años parecen conocer la vida mucho mejor que nosotros.
Comienzo a descubrir un patron que se relaciona con integrar a la solitaria vida por naturaleza las comidas familiares, el contacto permanente, la aceptación, el impulso a defendernos frente a otros, y el reirnos de nosotros mismos...
Pues, me tocó ser parte de esta extravagante familia, ni tan común, ni tan corriente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
La gente que es informada, puede tener opinion....