Ya no soy la de antes

No sé como pasó, pero ya no concibo un sólo día sin una taza de café,sin azucar y lo más caliente posible. Tampoco resisto pasar una noche en vela o comer chatarra más de una vez por semana. Sólo necesitaba de $100 pesos para la estabilidad económica, las cremas humectantes resultaban nada más que un aburrido comercial televisivo y hoy una necesidad de orden mayor. Ya no soy la de antaño, lo siento en mi abdomen, lo siento en la cultura, lo siento en la jerarquía valórica. No soy la de antes, pues más cosas me molestan y menos cosas me importan...No soy la misma, exijo argumentos sólidos, olvido lo que digo y me es imposible recordar lo que los otros dicen...
Aveces disfruto lo que soy, pero la mayoría del tiempo hago lo que no quiero. Me convertí en lo que soy, o soy lo que finalmente estaba establecido..quien sabe?, sólo sé que aquí estoy, sin dejar de sonreir, sin dejar de golpear la mesa, sin dejar de sollozar, pero siendo una persona totalmente diferente.