
Hoy llovió en Santiago, no es sorpresa, son días dolorosos, la muerte se asomó una vez más y en un trágico accidente automovilístico Joaquín se fue. La muerte y yo no caminamos por la misma vereda, no sé lidiar con ella. No imagino el dolor de su madre, dicen que los padres no están preparados para sepultar a sus hijos, la verdad es que aunque no soy madre aun, siento que nisiquiera estoy preparada para que la muerte me rodee. El desconcierto se apodera de mí y no asumo que él ya no estará más. Sé que en teoría la muerte es parte establecida de la vida y junto con el hecho de ser "hijos" es algo por lo que todos pasaremos, sin embargo me cuesta interiorizarlo y se convierte en vidrios molidos en mi cabeza. Siento que cada vez que muere alguien, muere también una parte de mi, se evidencia la fragilidad del ser humano, lo limitante del tiempo, lo incierto de la vida y por sobre todo, los misterios celestiales. No sé como actuar, no sé que decir, no se que pensar, las lágrimas duelen, los recuerdos vuelven y aunque no tenía estrecha relación con él, de alguna manera significa una parte importante de mi vida, compañeros de infancia y adolescencia, personas recurrentes y presentes cuyo amor es "real", los "Barrantes" de alguna manera siempre estuvieron y siempre están. Me duelo con su dolor y desde lo más profundo, espero que algún día, todos podamos vernos otra vez.
“El hombre teme a la muerte porque ama la vida.”
ResponderBorrarLa muerte la vemos lejos, pero la realidad es que esta cercas… Hace unos meses (Diciembre) me entere da la muerte de mi amigo Rubén y los sentimientos que viví cuando me dieron la noticia fueron muy variados, pero mas allá de la tristeza, me vinieron recuerdos bonitos de las cosas que vivimos en la Universidad…Pienso que la mejor manera de que no te afecte tanto la perdida de un ser querido, es tener una conciencia limpia; recordar que en las buenas y malas tú diste todo lo mejor de ti, que no se te quedaron pendientes buenos o malos con esos seres queridos… Así cuando llegue ese momento, puedes sonreír y recordad todas esas maravillosas aventuras que tuviste con esas personas especiales y recordarlas feliz. Porque al fin de cuentas somos tal como somos gracias a las personas con las que nos hemos topado en esta vida…
“La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida.”