Paz!

Abusando de las historias interpretadas por Joni Mitchell y por que es jueves y los jueves se acostumbra a decir la verdad, me reconcilio con mis dedos que insisten en que las vacaciones también deberían incluirlos a ellos para desnudar mi alma, hacerlos complices de mis historias, en definitiva, escribir, escribir y escribir para hacer historia...
Suena melodiosa y meláncolicamente Blue y miles de sensaciones se apoderan de mi, un poco de pasado, la noticia de hoy y las ilusiones futuras que por lo demás éste último tiempo habían acompañado mis pasos...
Comienzan a ordenarse las sensaciones y repunta una de forma intensa, pues a pesar de todo y del terremoto externo que nisiquiera vivencié, pero se me acusó como testigo presencial y potencial, siento paz, esa paz inexplicable que te brinda la opción de llorar sin necesidad de recibir explicación alguna, sin necesidad de vivir otra cosa, sin necesidad de retroceder el tiempo, sin necesidad de pedir justicia, sin necesidad de chocolates remediales, sin necesidad de propuestas futuras, ni de orden, ni de una mano en el hombro, sólo paz ...
Asumir la historia sin adornos, tal cual llegó, tal cual se propuso, aceptar en silencio con los labios cerrados un par de lágrimas lubricando el rostro, pero la mirada en las nubes, fija, inamovible, que llena los pulmones de oxigeno para la siguiente inspiración que te regala el aliento para el autoconvencimiento, mediante la fe, la firmeza y convicción que...Esto también va a pasar!