Basta escuchar a Eva Cassidy para trasportarme a ese lugar sin tiempo ni espacio, donde no existe un cronograma de responsabilidades, ni culpas, ni miedos, ni rostros, solo música flotando y esa sensación de cafe no tan dulce(pero no por eso amargo) en la boca, algo parecido a cuando uno afirma: Es todo!, suficiente!, me quedan dos minutos aun para vivir en ésta instancia, pasear por Sepia, para solo Estar y no necesariamente Ser.
Hojas secas, viento en la cara, el frío necesario, flores amarillas, calles, y un universo de ideas...
Te echo de menos...
ResponderBorrar:(